Día 2 de febrero, la Junta Colegial al completo salíamos de Peñalba dirección Santiago. No sabíamos muy bien que nos esperaba allí aparte de más de 170 colegiales y directores de toda España, jornadas organizadas por el Consejo de Colegio Mayores de España. pero el viaje de 8 horas daba para mucho. En el coche nos fuimos informando, eso sí acompañadas de una buena playlist: “Verbena de pueblo”. En Burgos hacemos una parada para estirar las piernas y comer jamón y longaniza, consecuencias de ir dos de Teruel.
Llegamos a Santiago y después de dejar las cosas en el apartamento, nos dirigimos a la hospedería San Martín Pinario, que se convertiría en nuestra segunda casa esos días, ya que todos los talleres tenían lugar allí. Ya con nuestras acreditaciones disfrutamos de una cena estupenda que se cerró con la actuación de un grupo gallego. Con el sonido de las gaitas nos fuimos a dormir, había que coger fuerzas para el día siguiente, que darían comienzo las jornadas.
Tras un buen chocolate con churros, asistíamos al Salón de Fonseca donde se daban por inauguradas las Jornadas de Colegios Mayores de 2022 impartida por D.Emilio Ontiveros Baeza, analista económico y financiero de prestigio que fue el encargado de sentar las bases sobre la temática de las Jornadas de Colegios Mayores Universitarios 2022..
Estuvimos en primera línea. Después no podía faltar foto en el Obradoiro, y vuelta a San Martín Pinario para dar comienzo a los talleres que tanto nos iban a hacer pensar sobre el futuro de los Colegios Mayores y la Universidad.
El tema sobre el que todo iba a girar eran las metatendencias; cómo iba a cambiar el mundo (y cómo ya lo está haciendo), cómo iba a afectar a los Colegios Mayores y cómo reaccionar a esos grandes cambios que nos esperan. Cada uno de los talleres enfocaba esto desde tres aspectos distintas: económico, social y tecnológico. Los ponentes, grandes expertos en estos ámbitos, se encargaban sobretodo de darnos datos, para luego poder en grupos de trabajo dar respuesta a los grandes retos presentados. -Primer taller con Jose Moises Martín, director de red2red que hablo sobre metatendencias económicas.-Segundo taller
Había cinco grandes grupos, y nosotras estábamos cada una en uno. Después de mucho hablar y debatir, hacíamos puesta en común en la que el coordinador del grupo (Cristina LLop, nuestra directora del colegio, lo era de uno) era la encargada de transmitir las ideas generadas a los miembros de todos los grupos.
Por la mañana el taller era de metatendencias económicas, y en él se subrayaba la selección digital en las empresas, el aumento de la brecha educativa con la pandemia y la desaparición de la clase media. En la conferencia de la tarde, Pablo Simón nos ponía al tanto de las metatendencias sociales y los problemas a los que ya nos enfrentamos como sociedad: la individualización del ocio, problema de emancipación, cambio climático, y algunas fruto de esta pandemia: desconfinza en la ciencia, pérdida de habilidades sociales.
Para rematar el día tuvimos una visita guiada por el centro de la ciudad y después una cena en la que el pulpo no podía faltar.
El viernes tocaba el taller de metatendencias tecnológicas, donde Marta García Aller nos hizo reflexionar sobre cosas como el fin de la privacidad y de la conversación, la pérdida de empatía, los algoritmos para todo. “Hoy en día no es cuanto tienes sino cuánto usas”.
Por la tarde Misa del Peregrino en la Catedral, con la presencia del Obispo que dirigió unas palabras preciosas a los Colegios Mayores. Después nos esperaba una cena espectacular en el Parador de Santiago (Hostal de los Reyes Católicos), donde previamente disfrutamos de una actuación de La Tuna.
Último día en Santiago se presentó la Declaración de Santiago, al que se han adherido 24 universidades, tanto públicas como privadas, y que expone el valor que los Colegios Mayores Universitarios proporcionan a la comunidad universitaria.
“Somos instituciones universitarias que llevamos mucho tiempo (en ocasiones siglos) prestando servicio a nuestros campus, que atraemos talento y proporcionamos formación extracurricular a los colegiales, favoreciendo su movilidad nacional e internacional, promoviendo valores ciudadanos y de convivencia y estimulando la vida cultural universitaria, etc.”, resumía el presidente de la asociación.
Tras la última comida, llegó lo más triste, despedirnos de todas las nuevas amistades que habíamos hecho.
Con las maletas en el coche salíamos de Santiago, pero no para volver a casa…nos quedaba una última parada, Oviedo. Antes de acabar cenando en la calle Gascona acompañadas de la mejor sidra, dimos un paseo por sus calles, guiadas por Cristina, para la que Oviedo había sido su casa.
Llegó el domingo y…ahora sí que sí tocaba volver a Zaragoza. Volvíamos a Peñalba cargadas de ilusión y llenas de ideas para nuestro Colegio Mayor.
